Se celebra esta fiesta por un evento que pasó en el siglo XVIII, cuando los templarios se quedaron sin agua cuando las aljibes se quedaron exhaustos. Al no tener agua, atravesaron Caravaca de la Cruz, que en ese momento estaba habitada por musulmanes, y consiguieron vino. Al volver a su ciudad, entre todos se celebró una fiesta y se sigue celebrando esa fiesta hoy en día.
fiesta caballos del vino |
Castillo de Caravaca:
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Castillo de Caravaca |
Por aquellas fechas reinaba Fernando III el Santo en Castilla y León, y de Jaime I en Aragón. El reino taifa de Murcia estaba regido por el famoso Ibn-Hud, que se reveló contra los almohades y dominó gran parte de Al-Andalus. Es, pues, en pleno territorio y dominación musulmana, cuando se narra el hecho.
Según la tradición local más popularizada se cuenta que desde finales de 1230 ó principios de 1231, se encontraba el rey almohade de Valencia y Murcia, Ceyt-Abu-Ceyt, en sus posesiones de Caravaca. Interrogó a los cristianos que tenía prisioneros para conocer los oficios que ejercían, con el fin de ocuparles en consonancia con sus habilidades. Se hallaba entre ellos el sacerdote Ginés Pérez Chirinos quien, en labores de misionero, había llegado desde Cuenca a tierras sarracenas para predicar el Evangelio. Éste contestó que su oficio era el de decir la misa, y el rey moro quiso conocer cómo era tal cosa. Se mandaron traer los correspondientes ornamentos desde Cuenca y el 3 de mayo de 1232, en la sala noble de la fortaleza, el sacerdote comenzó la liturgia. Mas, al poco de iniciarla, hubo de detenerse explicando que le era imposible continuar pues faltaba en el altar un elemento imprescindible: un crucifijo.
Vera Cruz de Caravaca |